Eldena al norte de Frontera, siempre tuvo problemas con sus alcantarillados, nidos de ratas, cadáveres que vertían en ellos, obstrucciones y problemas de drenaje. El gremio de Alcantarillas, formado mayormente por criminales convictos y forzados a ello a cambio de su libertad, trabajaban sin cesar para mantener los desagües abiertos. Sin ellos, la ciudad hubiera estado sumergida en la inmundicia.
Eldena y sus gobernantes se enorgullecían de la limpieza de su ciudad.
Cuando los trabajadores de las alcantarillas empezaron a aparecer muertos, salvajemente mutilados y devorados, o quizás una extremidad era encontrada en una red pescadores río abajo, no hubo un gran revuelo, ya que eran solo simples criminales. Pero los problemas con las cloacas aumentaron a medida que el gremio se volvía vacilante para enviar más hombres a su inminente muerte.
La ciudad se dio cuenta de que los residuos se habían acumulado en los desagües, desbordando las calles. Las desapariciones empezaron a llenar las frías noches: prostitutas, borrachos y criminales eran encontrados muertos con sus extremidades arrancadas y grandes trozos de carne desparecidos de sus cuerpos. Aun así, no se tomó ninguna acción, hasta que hace no más de diez noches a un capitán de la guardia le fue extraída su rodilla de su cuerpo completamente. Sus últimas palabras apuntaban a algún tipo de horror proveniente de los desagües.
Los aventureros son llamados para tratar el problema con espada, acero o cualquier recurso que tengan a su alcance. La ciudad quiere que se maneje todo esto en silencio y lo más rápido posible. La amenaza de un cazador nocturno que desgarra sus presas en la noche podría reducir drásticamente el número de viajeros que llegan a la ciudad y con ellos el número de monedas que entran a las arcas. Están dispuestos a pagar generosamente por la prueba que sea lo que haya abajo, haya sido exterminado.
Es otra aventura más… o no? Tú lo decides.
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No hay enlace de descarga. Es la gracia de todo esto. Ni yo sé lo que hay en las alcantarillas.
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